viernes, 10 de febrero de 2012

Consejos para una vida saludable (primera parte)

El ser humano está buscando constantemente su felicidad, para poder lograrla es necesario tener bienestar físico y mental.

Te presentamos algunos buenos consejos para lograr vivir saludablemente.

Duerme al menos 7/8 horas diarias: Es bueno madrugar y acostarse temprano. Si es posible, dormir una breve siesta (10-15 minutos por día).

Haz ejercicio físico frecuentemente. Lo mejor es caminar alrededor de 1 hora/día entre 4-6 días por semana para totalizar entre 18-22 días al mes. Es interesante incluir también la práctica de algún deporte o actividad tipo Yoga o Tai-Chi. Ante cualquier duda o particularidad, debes consultar a un especialista en Medicina Deportiva o licenciado en Actividad Física.

Caminando según la indicación del punto anterior, gastaremos entre 75.000 y 90.000 kilocalorías al año. Lo que supone perder entre 8-10 kilos de grasa solamente por este concepto. Además, mejoraremos nuestra salud a todos los niveles.

No canalices la ansiedad, el estrés y el aburrimiento hacia la comida: Si a estas tres situaciones les enseñamos el camino de la comida para aplacarlas, se lo van a aprender de forma muy rápida y cada vez que las sintamos comeremos sin freno.

Alcanza tu peso óptimo y lo más importante, mantenlo: Controla tu peso frecuentemente y corrige de inmediato cualquier desviación. Siempre bajo los consejos de un especialista en Endocrinología y Nutrición.

Hidrátate adecuadamente: Ello no significa beber agua continuamente ni calmar el apetito a base de agua. Hay que beber para no tener sed y tener cuidado en situaciones especiales (calor, ejercicio físico, patologías, edades tempranas y tardías, etcétera).

Administra con mucho cuidado los postres y dulces: No hacer del postre la razón de la comida y considerarlo más excepcional que habitual.

Usa la gastronomía para saborear y disfrutar de los alimentos, pero no para perjudicarte. Hay que comer a favor y no en contra de uno mismo.

No tomes como referencia lo que comen los demás, sino lo que necesitas. Si aumentas de peso es porque comes más de lo que necesitas, aunque sea menos de lo que comen otros.

Come de todo y con la frecuencia recomendada por las instituciones sanitarias: Planifica tu alimentación, por ejemplo de forma semanal-quincenal. Prefiere lo que “sea bueno” para ti, antes de lo que “esté bueno” y te guste más. Es muy probable que nuestro entorno familiar (hijos, sobre todo) se deje influir en positivo o negativo sobre nuestra forma de alimentarnos.

Acostúmbrate a usar frases que te repitas a ti mismo como: “Me gusta pero no debo”. “No me gusta mucho pero debo comerlo”. “Está muy rico, pero me conformo con poco”…

No hay comentarios:

Publicar un comentario