martes, 10 de enero de 2012

Conoce las experiencias de otras mujeres que como tú tienen pérdidas involuntarias de orina


No siempre es fácil hablar sobre las pérdidas de orina y por ello algunas personas se sienten bastante aisladas, especialmente si es algo nuevo para ellas. Escuchar la experiencia personal de otras mujeres puede ser algo muy instructivo y alentador. Por este motivo, estamos muy agradecidos con todas las amigas que han decidido compartir sus historias con nosotros para poder ayudar a otras mujeres en la misma situación. Hemos seleccionado unas cuantas historias para compartir contigo.
Nos gustaría recopilar muchas más historias para poder mostrar cómo muchas mujeres son capaces de llevar con éxito una vida activa, al mismo tiempo que han logrado controlar con éxito su incontinencia. Si alguna historia te sugiere dudas que quieras resolver, envíanos un correo electrónico a la siguiente dirección: tena.mx@gmail.com Si deseas compartir tu propia experiencia, no dudes en hacerlo. Estamos seguros de que será de gran ayuda para las demás mujeres.
Historia de Susana
Soy maestra de primaria y madre de dos niños pequeños, por lo que no descanso ni un minuto en todo el día. Di a luz a mis hijos con aproximadamente un año de diferencia y todo iba bien. Sin embargo, tras el segundo parto, empecé a tener pérdidas de orina y me asustaba qué pudiera suceder durante mis relaciones sexuales.
En verano, llevé a algunos de mis alumnos a un campamento para estudiantes sanos y con discapacidad. Una de mis compañeras de trabajo, Belén, era una chica de 23 años vital, guapa, agradable... y parapléjica. Un día, mientras conversábamos, mencionó que su prometido iría a verla para pasar un fin de semana romántico.
Me confesó que estaba deseando hacer el amor, lo cual me sorprendió porque sabía que Belén tenía incontinencia urinaria. No tenía sensibilidad en las piernas y sufría 'episodios' de pérdidas con frecuencia.
El resto de la conversación me hizo sentir bastante insignificante. Belén siguió diciendo que ella y su novio solían hacer el amor en la ducha. Comentó que se lo había recomendado su médico para superar la vergüenza. “Estábamos tan enamorados y nos atraíamos tanto que encontramos el modo de tener relaciones”. Reconoció que al principio resultaba incómodo hablar sobre el tema, pero que ahora lo hacían con total naturalidad. Admitió que no podría casarse con él si no se sentía relajada.
Tras hablar con ella, fui a ver a mi médico. Me explicó que mi situación era común, pero que era poco probable que tuviera pérdidas de orina durante las relaciones sexuales. Me aclaró que el caso de mi amiga se relacionaba más con su parálisis que con su vejiga. Me dio un programa de ejercicios y me recomendó utilizar protección para la incontinencia. Realicé los ejercicios con total constancia y obtuve resultados a los 3 meses. Ahora, cuando levanto algún peso o me río a carcajadas, sé que los productos para pérdidas ligeras proporcionan una total absorción.
Mi marido se sintió aliviado al saber que mi falta de interés por el sexo se debía a la incontinencia y no a que hubiese dejado de atraerme. Ahora nuestra vida sexual ha mejorado gracias al control de mis músculos del suelo pélvico. Mi marido y yo disfrutamos especialmente 'practicando' los ejercicios de contracción.
Toma el control: los ejercicios del suelo pélvico y los absorbentes para la incontinencia con control de olor te pueden cambiar la vida.

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