Debilitamiento de los músculos del suelo pélvico
La vejiga y su conducto de salida están sujetos por un grupo de músculos denominados músculos del suelo pélvico que mantienen cerrada la vejiga. Estos músculos se debilitan de forma natural con la edad y, cuando pierden su fuerza y flexibilidad, incluso con actividades corrientes como, por ejemplo, toser, se pueden producir pérdidas de orina. Es la causa más común de incontinencia urinaria femenina.
Pérdida de movilidad
Se trata de una de las causas más comunes y puede dificultar que la persona reaccione a tiempo frente al impulso de orinar.
Enfermedad mental
Las personas con este tipo de enfermedades simplemente puede que no reconozcan la necesidad de orinar o defecar, o bien, puede que no respondan a estas señales.
Circunstancias médicas
Algunas circunstancias médicas concretas pueden causar incontinencia, especialmente cuando se ven afectados el cerebro o el sistema nervioso como, por ejemplo, las enfermedades de Parkinson, Alzheimer, demencia, esclerosis múltiple o daño cerebral. Esto se debe a un daño en las conexiones nerviosas del cerebro. Como resultado, se puede desarrollar vejiga hiperactiva (necesidad de orinar con mucha frecuencia) o vejiga hipoactiva (vaciado inadecuado de la vejiga, lo que produce pérdidas). También puede aparecer la incontinencia fecal. Con la diabetes o el infarto cerebral también se puede desarrollar incontinencia.
Medicación prescrita
La incontinencia femenina puede ser un efecto secundario de ciertos medicamentos. Si las pérdidas coinciden con el inicio o con el cambio de una medicación determinada, consulta con el médico para aclarar si se trata de una posible causa de incontinencia. A veces es posible cambiar la toma de algunos medicamentos, reducir la dosis o incluso detener el tratamiento.
Infecciones de orina frecuentes
Las infecciones de orina pueden conllevar una hipersensibilidad de la vejiga. Entre los síntomas se incluyen la urgencia por orinar, el aumento de micciones durante el día y la noche (o en pequeñas cantidades) y no llegar a tiempo al baño.
Debilitamiento de los músculos del suelo pélvico
La vejiga y su conducto de salida están sujetos por un grupo de músculos denominados músculos del suelo pélvico que mantienen cerrada la vejiga. Estos músculos se debilitan de forma natural con la edad y cuando pierden su fuerza y flexibilidad, incluso con actividades corrientes como, por ejemplo, toser, se pueden producir pérdidas de orina.
Menopausia
Todos los músculos se debilitan con el tiempo y, tras la menopausia, se produce una disminución de la cantidad de estrógenos que afecta a los músculos abdominales. Esto puede provocar un cambio de posición de la vejiga, reduciendo así la eficacia de los músculos que rodean el tracto urinario.
Sobrepeso
El sobrepeso también puede suponer una presión añadida en los músculos pélvicos y abdominales, lo que puede originar pérdidas de orina.
Tabaco
La tos del fumador puede ser una causa indirecta de las pérdidas, principalmente por el esfuerzo físico anormal y frecuente que se realiza cada vez que se tose. Otro factor para los fumadores es un aumento del riesgo de contraer enfermedades circulatorias y la prescripción posterior de medicamentos diuréticos, lo que también incrementa la probabilidad de experimentar pérdidas de orina.
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